Me encuentro a menudo, cuando abordo las dudas sobre el plan de parto en las sesiones de educación maternal, con la pregunta acerca de la necesidad de administrar vitamina K al recién nacido y la conveniencia de hacerlo por vía intramuscular o por vía oral.
En general, hay que saber que la vitamina K (o antihemorrágica) se da a los recién nacidos porque disminuye la posibilidad de que estos sufran una hemorragia cerebral a consecuencia del esfuerzo del parto y que es un fármaco sin apenas efectos secundarios. En cuanto a su efectividad, por vía oral o intramuscular es muy parecida aunque por vía oral puede haber algún problema si el bebe tiene mucho reflujo y la expulsa.
Durante muchos años se ha puesto vit. K a todos los niños de forma rutinaria sin preguntar a los padres. Actualmente, no obstante, cada vez más se pide permiso a los padres para cualquier cosa que se va a hacer al bebé. Y es muy lógico. Cualquier tratamiento, sea preventivo o curativo, debe ser autorizado por el receptor y, en caso de minoría de edad, por su tutor o responsable.
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